Madrid 2020: fin de la cita
El Comité Olímpico Internacional ha rechazado en primera instancia la candidatura de la ciudad de Madrid para ser sede olímpica. Vaya por delante nuestra solidaridad con la comunidad deportiva que entendió este proyecto como una oportunidad para recuperar la promoción del deporte de base y del reequilibrio y aumento de recursos para los barrios y distritos más desfavorecidos de Madrid.
Por el contrario, el COI ha rechazado la falta de garantías que suponía para un país inmerso en una grave crisis de empleo, de desconfianza política e institucional, de corrupción en las más altas instancias, de deuda gigantesca en el ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid y ha considerado a la candidatura no apta para una nominación semejante.
Criticamos desde aquí los excesos cometidos por los organizadores: En sus fantasías estaba la indubitada elección de Madrid, de la que toda la derecha económica, mediática, monárquica y política había hecho bandera. La reacción antideportiva de insultar a los que han tomado estas decisiones, explica que no se trataba de deporte, sino de otra cosa, especulación incluída. Tres intentos ya deberían haber enseñado algo para conocer y divulgar las “excelencias” y corregir los errores. Antes bien, se ha enardecido el espíritu patrio hasta el extremo de que muchos hemos visto ridículas algunas actitudes y sonrojantes algunas declaraciones.
Por ejemplo, la delegación madrileña, encabezada por Felipe de Borbón y Mariano Rajoy, llevaba el doble de miembros que la de Tokio o ¡el triple! que la de Estambúl. Gastos completamente exagerados y fuera de toda proporción. Por cierto que vemos que en la primera elección a que se someten en sus vidas Felipe de Borbón, Ana Botella o Ignacio González, la han perdido estrepitosamente. Han quedado los terceros, entre tres candidatos. Un paso más hacia la III República que está cada día más cerca.
Alguna reacción en Sevilla también ha resultado excesiva al conocerse la decisión: Por ejemplo la de Pepelu, el delegado del Distrito Sur del gobierno de Zoido, que aún se puede ver en su cuenta de Twitter junto a otros de tongo y que reproducimos en la imagen de arriba. O aquellas otras de Rajoy cuando culpaba al gobierno de entonces, por su política exterior. Se ve que lo de Gibraltar ha hecho muchos amigos en el bloque anglófono al que luego han pedido el voto o lo del apoyo a la guerra en Siria o la imagen extrema de corrupción que trasmite el PP han debido ayudar al COI a tomar decisiones.
Por el contrario, muchos recursos quedarán ahora disponibles para el principal y verdadero problema que tiene este país: los servicios públicos y el empleo. Ahora ya no hay excusas.
