Jornada Mundial de Lucha por el Trabajo Decente
Este martes 7 de octubre se celebra en todo el planeta la jornada internacional de lucha por el Trabajo Decente.
En su manifiesto, que se puede ver aquí http://bit.ly/1rdoqjf se convoca este día entre los triunfalistas augurios de una presunta recuperación económica y la espada de Damocles de una tercera recesión en Europa. La economía europea no arranca debido a las políticas de recorte que han arrasado con derechos, empleo, salarios y condiciones de vida de ciudadanas y ciudadanos, muchos de los cuales han sido sumidos en la pobreza y a las puertas de la exclusión.
En Sevilla, CCOO ha convocado una Asamblea de delegados y delegadas sindicales en la Facultad de Derecho del Trabajo de la universidad hispalense para posteriormente iniciar una marcha a pie hasta la Puerta de Jerez, donde confluirán con UGT y otras organizaciones, a las 12 del mediodía en que se llevará a cabo una concentración conjunta. Izquierda Unida y el PCA de Sevilla han mostrado su apoyo a esta jornada de lucha.
La provincia de Sevilla cuenta con casi 300.000 personas en paro según la última Encuesta de Población Activa (EPA) y, de ellas, casi la mitad no cobra ningún tipo de prestación. Por ello, una de las reclamaciones que centrará esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente será la de reclamar la necesidad de implantación de una renta mínima para que las personas que ya no tienen ningún tipo de ingresos puedan tener una vida digna.
Pese a que el Gobierno dice que disminuye el paro nos encontramos con que aumentan los contratos a tiempo parcial. El 35% de los salarios están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y solo una mínima parte de los contratos son indefinidos, por lo que hay que reivindicar salarios dignos para mejorar la economía.
Esta jornada de lucha denunciará en Sevilla igualmente el fraude en los contratos a tiempo parcial ya que muchas personas se están viendo obligadas a trabajar más horas, en lo que constituye un doble fraude. Por un lado para las personas, porque no cotizan todas las horas que trabajan, lo que se verá reflejado en el momento de la jubilación; y, por otro lado, para la Seguridad Social, porque no recibe las cotizaciones por las horas que verdaderamente trabajan estas personas.
