Podemos… pegar carteles sin tapar a los demás
Valga este número de nuestro boletín de hoy para reconocer y homenajear el inmenso e insustituible trabajo del militante cuando se tienen que abordar las interminables tareas que trae cada proceso electoral.
Otros partidos puede que ya hayan sustituido el trabajo militante encargando a empresas casi todas las actividades que se presentan en la campaña. Pero en Izquierda Unida no. Son ellos quienes han de trabajar duro desde que se conocen los calendarios electorales hasta el mismo momento de abrir las urnas.
Primero, la democracia. Discutir programas y candidatos, normalmente a doble vuelta, con asambleas, debates y decisiones importantes. Después hay que programar actos, encuentros, tertulias, entrevistas, argumentarios, comparecencias de prensa, interventores, apoderados …
Al trabajo de los que son candidatos siempre acompaña otro, de igual o incluso mayor valor, que significa convertirse cada militante en un activista del programa y en un defensor en sus ámbitos de la candidatura. Y luego vienen los repartos de folletos informativos por las plazas, las calles y los mercados, acudir a actos, montarlos y realizar las pegadas de los carteles.
Esto último es una tarea dura. Normalmente se hace ya anochecido, cuando la militancia ha acabado su jornada laboral o de estudio y hay que programar rutas para ubicar la cartelería allí donde pueda verse, pero también allí donde no interfiera con el mobiliario público ni, claro, con otras candidaturas que ya hayan pegado.
Es el caso de las fotos que ilustran este número. Tras algunas pegadas de carteles de nuestra organización pasaron gentes de otro partido, nuevo en estas cosas, que, por lo que se puede ver, no respeta el valor entendido de que no se puede pegar encima de un oponente electoral. Nuestra militancia lo tiene muy claro. Y la respuesta se observa perfectamente en la secuencia. Carteles nuestros tapados con otros que llegaron después y carteles nuestros respetando los ya pegados por aquella formación que nos tapó.
No todos somos iguales. No todo vale en campaña.No todos somos iguales. Para nosotros el valor del trabajo del militante es sagrado. Sabemos lo que es que nos arranquen los carteles en muchísimas ocasiones. Sabemos lo que es con demasiada frecuencia que nos los tapen. Pero el mejor homenaje que rendimos a la militancia es no ser como el contrario. Valga el ejemplo que se aprecia en las fotos para medir el esfuerzo, pero al mismo tiempo la generosidad con que nuestra gente aborda la tarea.
Si no se es casta no debe bastar con decirlo
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