Contra las guerras y a favor de los refugiados
“La sociedad civil, una vez más, ha sobrepasado a las administraciones”. Con estas palabras, el portavoz municipal de Izquierda Unida, Daniel González Rojas, destacaba el papel que muchas organizaciones sociales ya habían adoptado adelantándose a tomar medidas para facilitar la acogida de refugiados en Sevilla.
Afortunadamente, el Gobierno local ya ha abandonado la ambigüedad de esperar a ver qué hacían el Gobierno central o la Unión Europea, para comenzar a coordinar en nuestra ciudad todo el caudal de solidaridad que rebosa en las entidades y en las personas, deseosas de ayudar en uno de los problemas más graves –la emigración por razones políticas, religiosas, económicas o bélicas- que hoy tienen las sociedades occidentales en todo el planeta, de manera particular en el continente europeo.
Izquierda Unida está satisfecha con ese cambio de actitud del Gobierno local, hasta el momento, y agradece a las entidades y colectivos organizados y a las familias y personas concretas que han manifestado en ese sentido su intención de apoyar a refugiados, cuestión que habíamos planteado al comienzo de esta crisis.
El modelo capitalista genera estos flujos de manera permanente y estructural en la historia del ser humano. Intrínsecamente, 
la injusticia social y el reparto asimétrico de la riqueza, van a seguir promoviendo movimientos migratorios. Pero de manera especial, las guerras que el propio sistema ha creado, como en Siria, Afganistán, Libia o Iraq, forzando a millones de personas a renunciar a su tierra y a su gente y echarse al mar para buscar la esperanza.
El sábado día 12 Sevilla quiso manifestarse en la Puerta de Jerez para dar la bienvenida a las personas refugiadas. En la concentración, una más de las muchas que han dado su apoyo en toda la Europa de los pueblos a este movimiento migratorio, se denunció el papel de la Unión Eu-ropea y de la OTAN en su cínica política de crear conflictos armados o de asfixia económica en aquellos lugares, para luego aparecer como salvadores empujados por la ciudadanía.
