A Zoido en 2015 le sobra dinero pero se olvida de las necesidades de la gente
El pasado 2 de febrero, casi de puntillas, se celebró un Pleno extraordinario para aprobar, definitivamente, el presupuesto del Ayuntamiento de Sevilla para este año .
Consolidado (agregando las cuentas de las empresas públicas, agencias y organismos autónomos) asciende a 909.275.794 euros de ingresos y 895.366.852 euros de gasto. Casi 15 millones de euros de diferencia entre los ingresos y gastos.
En unos momentos de necesidad extrema en los barrios, donde crece la pobreza y la exclusión, Zoido presume de tener un Ayuntamiento que ingresa más que gasta. ¿Acaso no tiene donde poner el dinero? ¿Es que no sabe dónde ponerlo? O es que no quiere.
Rodillo al canto de la mayoría absoluta del PP –¡qué daño está haciendo a Sevilla esta mayoría absoluta!- quedaron aprobados pese al voto contrario de toda la oposición.
Desde luego nuestro grupo municipal, por boca de la portavoz, Josefa Medrano, vino a denunciar que el gobierno municipal demuestra con estos presupuestos una falta alevosa de iniciativa política y de sensibilidad social, al olvidar los problemas reales de la gente y convertir las cuentas en una sucesión de apuntes contables, sin alma ni sentimiento.
La prueba está que anda presumiendo el alcalde de lo bien que paga ahora el Ayuntamiento… a las empresas, a los bancos (qué contentos están los bancos con Zoido) y a los proveedores y se le olvida decir que no hace nada para paliar el desempleo o que ha desmantelado presupuestariamente la empresa de la vivienda, precisamente, los dos problemas principales que tiene la población sevillana.
De servicios sociales ni hablamos porque ni están ni se le esperan. Resulta indignante y cínico, encima, decir que le sobra el dinero. Una cosa, al menos, resultó esperanzadora. Y es la sensación de despedida que trasmitía todo el equipo de gobierno del PP en el ayuntamiento.
Las palabras, el lenguaje corporal, el discurso, todo venía a llenar de indicadores de fin de ciclo a este nefasto gobierno de la derecha más perniciosa para la población sevillana. Porque ha cerrado empresas públicas, ha privatizado servicios públicos, ha despedido a trabajadores, ha reducido las plantillas, ha recortado derechos, ha especulado con el urbanismo, ha vuelto los coches al centro histórico y, al final, su balance general, es para echarse a llorar. Ni una sola medida social, ni un solo gesto cómplice con las capas populares.
Eso sí: sus amigos (mediáticos, políticos, económicos, financieros, e, incluso religiosos) no se pueden quejar. A todos ha contentado. Una poderosa minoría. Y de propaganda y recursos para publicidad, especialmente en su periódico de cabecera toda la que se quiera y más, a través de los tentáculos insondables de las empresas públicas y organismos autónomos. Una trama para complacer a los consejos de administración de los medios amigos. Naturalmente, IU, votó en contra.
