
Carril bici en calle Asunción (Pregunta para Comisión de Control- Diciembre 2025)
La creación del carril-bici en la calle Asunción —hace aproximadamente 15 años— formó parte de un proyecto de “pacificación integral” del espacio urbano: sustituyó los dos carriles de circulación motorizada y las bandas de aparcamiento por una amplia zona peatonal central y un carril-bici de 2,5 metros.
Esa transformación respondía a criterios de urbanismo moderno: menos tráfico, más espacio para personas, más sostenibilidad, y una apuesta por medios de transporte no contaminantes.
A pesar de formar parte del plan originario, ese carril-bici ha sido suprimido definitivamente en la calle Asunción. Esto no es un caso aislado: procesos similares de eliminación (o amenaza de eliminación) de vías ciclistas se están dando en otras zonas de Sevilla, como en algunas áreas de la avenida de la Constitución o San Jacinto.
Esta situación refleja una contradicción entre la retórica institucional —que suele proclamar un compromiso con la movilidad sostenible— y la práctica urbanística real, que está reduciendo progresivamente la infraestructura ciclista.
La bicicleta no es solo un medio de transporte alternativo, sino un derecho ciudadano: accesible, económico, sostenible y saludable. Al suprimir carriles bici sin proponer alternativas equivalentes, se obstaculiza el acceso de muchos ciudadanos a una movilidad digna, especialmente de quienes no pueden o no quieren depender del coche privado.
Además, el cierre de carriles bici puede generar una regresión en los hábitos urbanos sostenibles, aumentando de nuevo la dependencia del vehículo motorizado, la contaminación, el ruido y la congestión.
El abandono de la red ciclista en calles peatonalizadas responde menos a razones técnicas de convivencia o seguridad, y más a la presión de ciertos grupos —comerciantes, asociaciones, hostelería con veladores— que pretenden priorizar el uso comercial o recreativo del espacio, en detrimento de la movilidad sostenible.
Esta dinámica pone en riesgo la concepción del espacio urbano como un bien común, y promueve su privatización o uso privilegiado en beneficio de intereses particulares.
En su momento, Sevilla fue reconocida nacional e internacionalmente como un ejemplo de transformación urbana hacia la bicicleta: la red de carriles bici permitió un crecimiento exponencial del uso de la bici urbana.
Pero la pérdida progresiva de carriles supone una involución respecto a ese estatus, lo cual socava la credibilidad de cualquier apuesta municipal por la movilidad sostenible.
Por todo ello, el Grupo Municipal Con Podemos – Izquierda Unida formula la siguiente
PREGUNTA
¿Cómo justifica el equipo de gobierno municipal la supresión definitiva del carril-bici en la calle Asunción, y qué medidas concretas piensa adoptar para garantizar que la circulación ciclista en Sevilla no sufra nuevas pérdidas de infraestructura, sino que —al contrario— se fortalezca con una red cohesiva, suficiente y segura que garantice el derecho a la movilidad sostenible y reduzca la dependencia del vehículo motorizado?



