El Prado: Zoido acierta cuando rectifica

Desde el mes de agosto del ya pasado 2012 el alcalde de Sevilla viene anunciando el cierre, sí o sí, de la estación de autobuses de El Prado de San Sebastián. Basándose en datos que sólo él conoce, incumpliendo el proyecto que el PGOU prevé para ese espacio, pasando de consultar a operadoras y a la Junta de Andalucía, obviando las facilidades para los viajeros y ninguneando a trabajadores, vecinos y comerciantes del lugar, Zoido dijo que el 1 de enero El Prado pasaba a ser una estación turística en vez de terminal de líneas regulares.

Frente a tanta improvisación, nuestro grupo municipal impulsó una serie de iniciativas contra el cierre de ese lugar singular y protegido. De un lado, una negociación real con los trabajadores y no la inventada por el PP en la prensa en la que aseguraban la normalización de las conversaciones, desmentidas una y otra vez por la plantilla de El Prado que temen por sus puestos de trabajo, por sus condiciones laborales y por el sitio al que tendrían que ir a parar.

De otro lado han ninguneado absolutamente al comercio y al vecindario del lugar, que alguna opinión seguro que tienen al respecto. Baste un pequeño paréntesis para recordar cómo se reunió en varias ocasiones con “los vecinos” de la zona para desprestigiar la iniciativa peatonal y ciclista que impulsó con éxito Izquierda Unida en esa zona y que conocimos como “Ciclovida”. Ahora no está escuchando a los ciudadanos que, además, ven en este cierre el deterioro definitivo de una zona poco y mal atendida más allá de remozar una estatua –la del Cid- que ya estaba incluida en el catálogo de monumentos que impulsó Rodrigo Torrijos cuando fue responsable de las infraestructuras para la sostenibilidad. Véase si no el abandono de los tres kioskos en plena Avenida de Menéndez Pelayo y el aspecto que presentan, que contradicen totalmente, esa voluntad de impulsar la zona como escaparate turístico singular.

Numerosos pueblos usuarios de líneas de viajeros que terminan en El Prado han expresado su negativa al cierre, así como la Diputación y, evidentemente, la Junta de Andalucía. Ésta última ha demandado la anulación del cierre por suponer «una merma y un grave perjuicio para el interés general de sus usuarios y para la movilidad en la ciudad y su área metropolitana».

Zoido ha quedado en evidencia, siendo esta una de las pocas veces que rectifica y una de las pocas veces que acierta. La tozudez de los hechos y la contundencia argumental de nuestro grupo municipal avalada por las restantes administraciones, han acumulado fuerza y razones para que el PP que gobierna en Sevilla haya tenido que dejarse de chulerías y reconocer la chapuza monumental que iba a consumar con el cierre de El Prado de San Sebastián.