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Hoy se cumplen diez años de la repatriación de los restos de Pepe Díaz

El 30 de abril de 2005 llegaron a Sevilla, por fin, los restos mortales del panadero sevillano Pepe Díaz, organizador de un movimiento sindical en su gremio en el primer tercio del siglo XX y que accediera a la Secretaría General del PCE entre 1932 y 1942, la época más convulsa que atravesó este país.

Fue uno de los artífices del Frente Popular que ganó las elecciones de 1936 y salió elegido diputado.

Trasladado a la Unión Soviética aquejado de una dolorosa enfermedad que finalmente acabó con su vida en 1942, yacía enterrado en el cementerio de la ciudad de Tiblisi, en la República Socialista de Georgia. El Ayuntamiento de Sevilla realizó durante meses gestiones para conseguir la repatriación de sus restos mortales, cosa que finalmente se produjo el 30 de abril de 2005. Es decir, se cumple hoy el décimo aniversario.

Este boletín, naturalmente, se hizo eco de la información entonces. El arcón de restos llegó a La Alameda donde, en el centro cívico Las Sirenas se constituyó en capilla ardiente, flanqueada por militantes para, ya por la tarde, recibir el homenaje de cientos de comunistas, familiares y convecinos de la zona norte del casco antiguo, muy cerca de donde había nacido y vivido este sevillano ilustre. Su hija Gardenia, así como Amaya, la hija de La Pasionaria, intervinieron en el acto, junto con los responsables municipales de Izquierda Unida que habían trabajado duro para conseguir la exhumación en Tiblisi y la repatriación a Sevilla. Los Secretarios Generales del PCE y del PCA, así como el Secretario Provincial de los comunistas sevillanos también intervinieron ante una multitud venida de muchos lugares en homenaje a Pepe Díaz.

Ya el domingo 1 de mayo, sus restos fueron recibidos con honores de jefe de estado por el gobierno del ayuntamiento de Sevilla que le había declarado, por unanimidad, hijo predilecto. El alcalde de Sevilla le hizo entrega a su hija Gardenia de un pergamino y de la bandera de la ciudad. Escoltado por motoristas de la policía local, la comitiva se dirigió al cementerio de San Fernando donde al fin descansó en su tierra, donde tanto había querido volver estando en vida. La bandera del PCE cubría el féretro de restos en el traslado, ya a pie hasta el lugar donde yace. Cada año, el 14 de abril pero, especialmente, el 1 de mayo, los comunistas sevillanos le realizan una visita y depositan flores en la tumba de Pepe Díaz, aquel panadero sevillano que se adelantó a su tiempo, organizó a los trabajadores y luchó por su causa llegando a encabezar al partido que en la época, era el más relevante de España.

Sus méritos como luchador por la causa de los trabajadores en general y por los sevillanos en particular le hicieron acreedor de estos reconocimientos singulares

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