IU ABOGA POR LA CONGELACIÓN DEL PRECIO DE LOS BONOBUSES, CON Y SIN TRANSBORDO, PARA 2012

El Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla ha elaborado una propuesta alternativa a la subida de tarifas de Tussam anunciada por el Gobierno local del PP, que presentará a la dirección de la empresa municipal en su próximo Consejo de Administración.

El planteamiento de IU se enmarca en un contexto social y general de crisis económica profunda y parte de una premisa clara y fundamental: la necesidad de que los precios para el autobús que regirán en 2012, al igual que ocurre para el agua o para las tasas de recogida de basura, deberán solucionar dos realidades, con toda probabilidad contradictorias: Por un lado la aportación que representa la actualización tarifaria de cara a la empresa, en cuyo eje hay que enfocar la correcta financiación de la compañía, y por el otro, el usuario al que va dirigido el servicio y su situación socioeconómica.

Para Izquierda Unida no es neutro el escenario económico de la ciudad. Por eso, su propuesta no resulta ajena al bolsillo del usuario. Así, frente a los incrementos previstos por el PP en los títulos más usados por la mayoría de los sevillanos y sevillanas, IU aboga por un cuadro tarifario socialmente comprometido, en el que se contemple, entre otras cosas, la congelación del bonobús con y sin transbordo.

En esta línea, el Grupo Municipal de Izquierda Unida ve muy negativa la intención del actual Gobierno local de revertir la medida del criterio de rentas para volver al criterio de edad en la gratuidad del bonobús de mayores. Es un enfoque que va justo en la dirección contraria entre obtener ingresos por viajeros y financiar correctamente la empresa, puesto que la decisión va a exigir de un esfuerzo complementario de usuarios y de no usuarios –vía transferencias municipales-, además de resultar profundamente injusto con el resto de la ciudad.

En este sentido, Izquierda Unida critica que sólo la reversión del bonobús de mayores cueste mucho más que la suma de todas las subidas de tarifas proyectadas por el PP. Pero, al margen de esto, considera muy difícil de comprender que una persona mayor con una paga superior de 1.500 € mensuales se ahorre el autobús mientras que muchos trabajadores que no alcanzan ni los 1.000 euros y además soportan cargas familiares de hijos, hipotecas… tengan que abonar su título, seguramente, para buscarse el sustento diario. Ni es justo, ni se corresponde con la situación económica que se vive en la ciudad.

Con el objetivo de enmendar esta situación, IU propone retomar el requisito de la renta en la adjudicación del bonobús de mayores, al que se incorporarían como novedad dos nuevos criterios con el fin de ampliar el número de beneficiarios:

1.- Que se tengan en cuenta el número de miembros de la unidad familiar para así obtener el promedio inferior a 1.500 € que concedería el derecho.

2.- Que se pueda alegar sentencia judicial por reconocimiento de parte del salario a exconyuges o por hijos para así detraer dicho importe para calcular si puede acogerse o no al criterio de rentas.

Por último, IU recuerda que el equilibrio perfecto entre todos los elementos lo proporciona una verdadera apuesta por el transporte público colectivo en la ciudad de Sevilla.

Efectivamente, si en vez de imponer una subida de tarifas, el Gobierno local se propusiese, firme y decididamente, la aplicación de la teoría que salva a todas las empresas de transporte en las grandes ciudades, no se tendría que recurrir a la actualización de las tarifas, pues éstas suponen un escaso aporte económico –dicho sea en términos relativos- en comparación con la mejora de la velocidad comercial. Actualmente es difícil que algún mes alcance los 12 kilómetros por hora en Sevilla, siendo lo deseable que se acercara a los 15.

Esta tesis de la velocidad comercial demuestra que por cada kilómetro que se consiga de mejora en el promedio de la flota se están ingresando 2,4 millones de euros. No haría falta subir, por tanto, la tarifa para obtener muchos más ingresos para la compañía si de verdad se optara por esta política.

Ese incremento pasa por una serie de medidas complementarias, entre las que destaca principalmente el aumento del número de kilómetros de carriles bus. Hay otras, como la prioridad semafórica, el acceso por las otras puertas en las operaciones de carga y descarga, la vigilancia exquisita para que no se invada el carril bus ni se estorbe su marcha con aparcamientos indebidos (de ahí el papel que debería jugar la grúa municipal al servicio principal de la velocidad comercial), la implantación de un plan muy ambicioso de restricción del tráfico en la ciudad pero de manera expeditiva en el casco antiguo, o el precio disuasorio de determinados títulos de viaje a favor de otros, contribuyen también al logro de ese objetivo.

En definitiva: Si suben los precios del autobús de manera desequilibrada castigando al usuario más constante, si no aumenta sino que se dificulta y se reduce la velocidad comercial, si se eleva el gasto en la gratuidad para jubilados con poder adquisitivo suficiente y se amplían los recorridos sin desalojar los atascos del centro, si se van a exigir a los trabajadores esfuerzos salariales para que contribuyan al plan de viabilidad, etc., etc., Izquierda Unida considera que se desequilibra completamente el cuadro tarifario en vez de convertirlo en un factor más de incremento de viajeros y de eficacia en la movilidad en la ciudad.