IU denuncia que el COIS presenta problemas estructurales, falta de personal y que continúa la plaga de chinches

El edificio que acoge las instalaciones del Centro de Orientación e Información Social (COIS), en la calle Perafán de Rivera, presenta problemas estructurales, hasta el punto de que el techo de un despacho se desplomó con una trabajadora dentro. Pero, además, de una plantilla de cuatro trabajadoras sociales, sólo dos prestan sus servicios desde hace años porque no se cubren las vacantes y el apoyo administrativo se le retiró hace tiempo. En medio de esta “precariedad de recursos”, los profesionales del COIS atienden a una media de 220 personas que llaman a su puerta cada mes, cientos de llamadas y a los 156 residentes.

Así lo han denunciado el portavoz del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Daniel González Rojas, y el candidato de la formación a la Alcaldía, Ismael Sánchez, tras girar una visita al centro y mantener un encuentro de trabajo con sus responsables, quienes aseguraron que persiste la plaga de chinches que ha obligado a clausurar varias habitaciones desde el pasado verano. Y todo ello a las puertas de que comience la campaña de frío, cuando se amplía en 40 el número de plazas y se produce un efecto llamada que hace que lleguen cada año personas sin hogar de otras provincias y pueblos de Sevilla.

Ismael Sánchez ha denunciado la falta de recursos con la que trabajan los profesionales del COIS y ha recordado que las personas sin hogar “tienen derecho a una vida digna”, al tiempo que ha asegurado que el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz (PSOE), lleva 10 meses en el cargo y aún no se ha preocupado por conocer las instalaciones del centro donde residen personas con un perfil muy vulnerable que normalmente presentan problemas de adicciones o enfermedades mentales.

Por otro lado, el candidato a la Alcaldía ha aseverado que la plaga de chinches que comenzó el pasado verano continúa afectando a varios dormitorios del centro, que permanecen clausurados mientras que los residentes tienen que dormir en hamacas, y ha señalado a la privatización del servicio, que anteriormente prestaba el Zoosanitario de Sevilla, como posible causa de que no se haya paliado aún el problema.

El último censo de personas sin hogar que se hizo en Sevilla data de 2016, cuando se cifró en más de 400 las personas que dormían en la calle por carecer de un techo. Desde hace seis años no se realiza un conteo. Pero la realidad es que una media de 220 personas acuden cada mes al COIS, en una tendencia que se mantiene al alza desde los 148 usuarios de enero hasta los 274 de septiembre o los 215 del pasado mes de octubre, sin contar las cientos de llamadas telefónicas que atienden los profesionales. La subida de la demanda unida a la escasez de personal hace que la atención que antes se prestaba en una semana se dilate ahora hasta un mes, “en casos de personas que no pueden esperar”. Incluso los trámites y procedimientos “caducan y hay que volver a iniciarlos, trámites que tardan en resolverse hasta dos años”.

En este sentido, Sánchez subrayó que “toda sociedad que se precie tiene que garantizar la dignidad de las personas sin hogar. En Sevilla se han dado pasos importantes, pero hay que seguir”, concluyó.