La izquierda de la unidad
La X Asamblea Federal que se ha celebrado en Madrid este pasado fin de semana se ha caracterizado por un fuerte componente de unidad. El reelegido Coordinador Federal, Cayo Lara, ha conseguido obtener una candidatura única entre los casi mil delegados y delegadas presentes, hecho que no se producía desde hacía 24 años.
La Declaración de Madrid aprobada, además de los documentos político, económico y de estatutos y que puede verse al completo aquí concluye de la siguiente manera: “Si no queremos vivir en un país sin derechos sociales, laborales, democráticos, hay que rebelarse, y eso exige de quienes no admiten la derrota estar a la altura de las circunstancias. Creemos haber dado un paso muy importante en nuestra X Asamblea. Sabemos que tendremos que seguir en ese camino. Tenemos alternativas y determinación por construir con otras muchas personas y colectivos un presente y un futuro diferente para quienes hoy sufren el paro, los desahucios, la pérdida de derechos sociales y laborales. Este es el reto. Nuestro compromiso es organizar esta rebelión con lo mejor de nuestros esfuerzos y cualidades, y hacerlo en el horizonte de avanzar hacia la construcción de un modelo diferente de sociedad, de construcción del Socialismo en este siglo XXI.”
De la X Asamblea federal sale un fuerte compromiso con las luchas de los trabajadores y de las clases populares de cara a convertirse en una referencia de la movilización en la calle en contra de las políticas neoliberales de este gobierno, representante de los ricos y de los intereses de la burguesía. Izquierda Unida no ha obviado en esta asamblea su debate territorial. Dentro de la visión federal, cabe señalar la convocatoria, en un plazo no más amplio de seis meses, de una conferencia monográfica que abordará nuestra propuesta para reformar la Carta Magna.
De ahí a un proceso de acumulación de fuerzas que abra un tiempo constituyente a favor de derechos y libertades de las personas y de la mayoría social de este país. Y que, más temprano que tarde, acabe con la obsoleta anoma-lía de la corona y abra paso a la III República Española.
