Recogida y medicamentos para la población del Donbass
El pasado mes de mayo el presidente ilegítimo de Ucrania, Petro Poroshenko, financiado y apoyado militarmente por la UE y EEUU, puso en marcha una ofensiva bélica a gran escala bajo el pretexto del “antiterrorismo” en el sureste de su propio país y cuyo único objetivo es el exterminio de la población trabajadora y rosófona de la cuenca del Donbass.
Seis meses después y tras miles de civiles asesinados, torturados, heridos, desplazados y refugiados a manos de la artillería fascista de Kiev, un duro invierno se avecina en el país eslavo. Grandes ciudades como Lugansk o Donetsk, sitiadas y acosadas por las operaciones militares de castigo de los batallones neonazis –financiadas con nuestros impuestos- contra la población civil, se encuentran totalmente desabastecidas: sin luz, agua, medicamentos, comida y otras necesidades básicas en una situación de emergencia y catástrofe humanitaria sin precedentes en Europa desde la II Guerra Mundial.