8M: Nada que celebrar, mucho que reivindicar
El próximo 8 de marzo no será en Sevilla una fecha de celebración, sin más, con motivo del Día Internacional de la Mujer, sino que viviremos una importante jornada de lucha feminista.
Desde Izquierda Unida mostramos nuestro total y decidido apoyo a las movilizaciones previstas este miércoles. Asimismo, hacemos un llamamiento a participar tanto en la manifestación unitaria, que partirá a las 20 horas desde Plaza Nueva con el lema “nada que celebrar, mucho que reivindicar”, como en el Paro Internacional de Mujeres que se llevará a cabo en decenas de países, entre las 12 y las 12,30 horas, para clamar contra la violencia machista.
Como señala nuestra portavoz municipal adjunta, Eva Oliva, en la actualidad “sigue habiendo mucho trabajo por hacer en pro de la igualdad real entre mujeres y hombres”.
Por eso, desde IU animamos a tomar las calles este 8 de marzo y lo hacemos convencidos de que sobran los motivos para ello: el aumento de la mercantilización de la mujer, la feminización de la pobreza, el terrorismo machista que asola a nuestra sociedad, la brecha salarial, la discriminación laboral…
En cuanto al Paro Internacional de Mujeres, ya hemos señalado que nos parece una iniciativa muy necesaria para visibilizar la importancia de la igualdad en la sociedad y unificar la lucha feminista a nivel mundial. Por eso, nuestro Grupo Municipal, además de sumarse y de animar a las trabajadoras a secundar esta acción reivindicativa, ha exigido también al gobierno local que la apoye y promueva en el seno del Ayuntamiento.
En IU siempre hemos denunciado el carácter patriarcal de un sistema cultural que oprime a las mujeres y que las mata. De ahí que defendamos una actitud feminista ante la vida, pero no sólo el 8 de marzo, sino todos los días del año, haciendo de esta reivindicación una práctica cotidiana que vaya mucho más allá de los gestos y de los símbolos.
Porque no basta con el recuento mensual de asesinatos, con los habituales discursos de condena y con hacer concentraciones en las puertas de las instituciones. Hay que ir a la raíz del problema y eso pasa, obviamente, por subvertir los privilegios, las relaciones económicas de explotación, las formas democráticas formales, las políticas sociales y culturales… En definitiva, que no hay nada que celebrar y sí mucho que luchar y reivindicar.
