Bienvenido el Abril Republicano
Nos llega abril en plena Semana Santa. A la bienvenida que sugiere el mes en el que se produjo el advenimiento de la II República se suma también el hecho de que este se haya convertido en el periodo del año por excelencia que representa la lucha y la reivindicación de la Tercera.
Pero en esta ocasión de coincidencia de la entrada de abril con la Semana Santa, no podemos obviar la condición laica del modelo de estado republicano. Es así aún cuando observamos con estupor, cómo todos los gobiernos de la democracia han concedido indultos a presos con motivo de esta celebración católica en nuestro país.
Nos sumamos al rechazo de Europa Laica, que pone de relieve que los once indultos aprobados por el Consejo de Ministros el pasado viernes, la mayoría de ellos en Andalucía y a petición de hermandades y cofradías católicas, no son sino un acto arbitrario, injusto, discriminatorio y como prerrogativa de gracia a la que ninguna ley obliga.
Se rompe el principio de igualdad ante la ley. Estos indultos son un disparate jurídico y político al reconocer privilegios a devotos y entidades de una determinada doctrina religiosa (la católica) y tratar diferente a quienes deberían ser tratados por igual en función de sus penas y sus delitos, fueren los que fueren.
Estas medidas responden a privilegios otorgados que se remontan al siglo XVIII y que asumió como graciable, anacrónico
e indiscriminado el gobierno fascista de la dictadura y que los sucesivos de la democracia no han cuestionado, al tiempo que no respetan la neutralidad del estado en materia religiosa: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
Ayer observamos con bochorno cómo el no electo jefe del Estado, la presidenta en funciones de la Junta y el todavía alcalde de Sevilla, rendían pleitesía al catolicismo en una exhibición impropia de una democracia aconfesional. Una auténtica vergüenza.
