¡Fuera el genocida Queipo de la Macarena!
La Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas ha convocado para la madrugada del 18 de julio una vigilia laica y antifascista en Sevilla con el objetivo de reivindicar la República como la “mejor y más democrática forma de gobernar el Estado español”.
Este acto, que se celebrará en la plaza de la Virgen de los Reyes, frente al Palacio Arzobispal, dará comienzo a las 21.00 horas del lunes 17 de julio y terminará a las 11.00 horas del martes 18 de julio.
En este marco, los miembros de la coordinadora pretenden hacer entrega al Arzobispo de Sevilla de una carta en la que se le pide su intervención ante la Hermandad de la Macarena para sacar de la Basílica los restos del golpista Gonzalo Queipo de Llano, “máximo responsable del genocidio que se produjo en la ciudad de Sevilla y buena parte de Andalucía a partir del 18 de julio de 1936”.
Igualmente, Andalucía Republicana tiene previsto entregar otra carta, dirigida al Papa Francisco, donde le solicita que interceda ante la Conferencia Episcopal española para que ésta pida perdón de modo público por el respaldo que la jerarquía de la Iglesia Católica brindó tanto al golpe de Estado de 1936, considerándolo una ‘Santa Cruzada’, como a la posterior dictadura franquista.
Desde Izquierda Unida nos sumamos, como no podía ser de otra manera, a esta vigilia laica y antifascista y a las reivindicaciones que están detrás de esta convocatoria. Y no sólo eso sino que aprovechamos para hacer un llamamiento a la ciudadanía para que participe en esta actividad o la apoye dándole la difusión que pueda.
IU lleva tiempo reclamando al Ayuntamiento que haga lo que tenga que hacer para que los restos de Queipo de Llano salgan cuantos antes de la Basílica de la Macarena, donde este general golpista aún permanece enterrado en un lugar de honor, para vergüenza y oprobio de nuestra ciudad.
Una vez más, nos preguntamos a qué espera el gobierno de Juan Espadas (PSOE) para sentarse con el Arzobispado y la Hermandad e impulsar, sin más dilación, esta medida, que, por otro lado, es la única que se puede adoptar si queremos que este genocida no siga deshonrando por más tiempo a Sevilla. Es cuestión de voluntad política y de dignidad democrática. Pero hasta ahora el alcalde no demostrado tener ni una cosa ni la otra.
