… Y la dignidad volvió a tomar las calles de Sevilla

La manifestación unitaria convocada por las Marchas de la Dignidad este 28 de febrero en nuestra ciudad terminó superando las mejoras expectativas y sólo puede calificarse de éxito total, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo.

Un mar de pueblo recorrió las calles de la capital hispalense exigiendo pan, trabajo, techo y dignidad. Una marea de mareas, donde se fundían diferentes plataformas sociales, como la de los pensionistas, los profesionales sanitarios o de la educación pública; numerosos colectivos en lucha, como los estibadores, bomberos, trabajadores del 061, de Lipasam o telemárketing; y distintas organizaciones políticas y sindicales.

Todos y todas unidos en defensa de nuestros derechos y movilizándonos en la calle contra los recortes y las privatizaciones que están jodiendo la vida a la mayoría social de este país.  

Nuestro coordinador local, Ismael Sánchez, ha valorado muy positivamente esta masiva y desbordante manifestación que, según ha asegurado, “nos marca el camino a seguir” y nos demuestra que, frente al discurso oficial de la recuperación, “somos muchas y muchos los andaluces que no nos resignamos y que nos organizamos para plantarle cara al paro, a la corrupción y a los constantes ataques que viene sufriendo la clase trabajadora”.

Ismael Sánchez ha agradecido el esfuerzo realizado por la militancia de Izquierda Unida para lograr que esta jornada de lucha y reivindicación fuera un éxito. “Una vez más hay que felicitar al conjunto de IU y del PCA, que se han volcado en esta movilización, no sólo  participando activamente en la misma, sino asumiendo también tareas de organización, comunicación, servicio de orden, logística o coordinación con otros colectivos para garantizar que la manifestación saliera bien”. “Un arduo trabajo que hoy toca destacar y reconocer”.   

Para el anecdotario de este histórico 28F quedará el ridículo espantoso de la Policía y de la Junta de Andalucía, al cifrar en 2.000 personas el número de asistentes a la manifestación. Una evidencia más de lo nervioso que se pone el Régimen cuando el pueblo se une para reclamar lo que le corresponde. Por ello, hemos de seguir por esta senda. Como gritan los estibadores, ¡ni un paso atrás!. El próximo reto a la vista: la huelga educativa del 9 de marzo.