Un Parque de Arte Sacro en el que «ahora sí» cabe todo

“El Parque Empresarial de Arte Sacro y Afines constituye un nuevo espacio productivo para una actividad singular y de creciente importancia económica para la ciudad de Sevilla. Además supone una respuesta concreta a las necesidades y demandas planteadas por el sector de la Artesanía Sacra Sevillana y representa una gran oportunidad para impulsar el proceso de modernización garantizando a los talleres mejores condiciones de producción y entorno con las que desarrollar su actividad en el futuro.”  Así cuenta TODAVÍA HOY la página web oficial del Ayuntamiento de Sevilla a lo que se dedican un total de 114 talleres y 237 plazas de garaje.

Cuando Izquierda Unida entra a gobernar el Área de Economía y Empleo en 2007 (de 2003 a 2007 solo llevó la parte de Empleo), hereda un Parque, declarado de interés público y social, que tenía que destinarse, sí o sí, a Talla, Escultura e Imaginería, Dorado, Orfebrería, Bordados, Cordoneros, Encuadernadores, Velas, Accesorios Cofrades, Modelismo Cofrade, Túnicas, Medallas religiosas y demás actividades complementarias y afines. A eso y solamente a eso.

Anticipándonos a los efectos terribles de la crisis inmobiliaria y con tantos metros cuadrados por vender por los que todavía hoy se paga hipoteca, IU propuso al sector abrir el abanico de artesanos para que se vendieran con más agilidad los locales y plazas de aparcamiento, puesto que todo hacía indicar que la industria sacra no iba a rellenar tanta oferta. Y se lió la de dios. Todo el tea party local, comenzando por el PP, hoy en el gobierno, el sector sacro y los medios afines, clamaron contra Izquierda Unida por el terrible pecado de introducir mestizaje en algo tan sacro y pulcro como un parque solo para ellos.

Apenas llegado el PP al gobierno, el 29 de septiembre de 2011, cambiaron de criterio –curioso, ¿no?- y llevaron a los órganos de decisión nuevas fórmulas de comercialización y el cambio del uso y destino final del sacro y afines, hacia otras actividades menos sacras y con plazas de garaje rotativas, incluso, porque era muy evidente que el sector no rellenaría, ni de lejos, la oferta exclusiva y excluyente de los locales situados en Torneo Parque Empresarial. Pero ni por esas.

Han hecho un daño objetivo a la ciudad y a sus finanzas, porque se negaron a hacer los cambios propuestos por Izquierda Unida cuando hubiera habido una salida razonable, en lo financiero y en lo comercial, perdiendo cuatro años de pagos de las hipotecas por parte del ayuntamiento por no poder venderlos. Pero además, han tenido que asumirlos como propios, porque allí –ni casi en ningún otro sitio, desgraciadamente- apenas se vende un local y lo han convertido en las instalaciones del ¡Instituto de Deportes!. Habría que oír al sector del sacro y afines si Izquierda Unida, entonces también en Deportes, hubiéramos sugerido algo así. Nos hubieran mandado directamente al infierno. Imaginamos las portadas de la grapa condenándonos al fuego eterno. Ahora en cambio, ningún problema. ¡Qué cosas! ¡Ah! Y que cambien ya la página web oficial que, ahora sí, en el Parque de Arte Sacro y Afines, cabe de todo.