¿Qué otras sorpresas guardaba el programa oculto de Zoido?

El pasado viernes nos enterábamos prácticamente por la prensa, de que la gestión de la Zona Azul de Sevilla se iba a rifar entre los empresarios que estuviesen interesados “a riesgo y ventura” en su explotación. Entregar algo tan valioso como son las plazas de aparcamiento rotatorio en superficie, de propiedad intransferible municipal a la iniciativa privada, desde luego que no venía en el programa electoral que el PP mostró a los ciudadanos.

Tampoco venía la privatización de la lonja del pescado de Mercasevilla. Es más. Constantemente Zoido repetía que no privatizaría ningún servicio público en nuestra ciudad. Y ahora vuelve a regalar a los empresarios del sector un suculento trozo de la tarta pública de la gestión alimentaria. Corren peligro funciones esenciales municipales por la falta de dotación de personal cuando dijo que los reforzaría.

Prometió que mantendría los servicios públicos y mintió. Suprimió la gestión de la cooperación de la Fundación DeSevilla que destinaba recursos a los más necesitados y había conseguido la alfabetización de más de mil adultos analfabetos en nuestra ciudad.

Cerró la televisión local Giralda tv que proporcionaba información de proximidad dejando un vacío irrellenable y ha regalado la información al albedrío de lo que las empresas mediáticas privadas quieran o no contar a los sevillanos de lo que ocurre en su ciudad, especialmente en lo que se refiere a la gestión del Ayuntamiento. Prometió transparencia y ha enaltecido el oscurantismo municipal.

Provoca el cierre de Sevilla Global, una agencia económica municipal que sería vital en estos momentos tan difíciles para el empleo y de paso deja en el paro a más de 50 personas, cuyos despidos han sido declarados nulos por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

Dijo, eso sí, que eliminaría el Plan Centro, pero a cambio de una alternativa de la que nunca se ha sabido nada. Suprimió las herramientas para el desarrollo de la bicicleta –la Oficina de la Bicicleta, la Comisión Cívica,- que le dejaron en bandeja una ciudad envidiada por todo el mundo en la materia y no ha ofrecido ninguna alternativa. Dijo que respetaría el PGOU y lo está vendiendo a trozos.

Habló de empleo y creció el paro; de viviendas para todos y de no ser por la movilización ciudadana, se habría convertido en el primer ayuntamiento desahuciador. Ahora les cobra hasta a quienes se alojan temporalmente por razones sobrevenidas. Creó un área de Participación Ciudadana para cargarse los presupuestos participativos y eliminar de hecho la participación.

Dijo que no cobraba sobresueldos y hasta en eso mintió. Dijo dedicación exclusiva y también mintió. Han bastado dos años para comprobar que todas sus promesas eran falsas y que traía en la manga, como los magos más tramposos, un programa oculto y macabro para el interés general. ¿Qué otras sorpresas nos aguardan en los dos años que le quedan de Alcalde?